Antonio Lauro: El alma de la guitarra venezolana

A 39 años de su partida – 18 de abril de 2025

Hoy, 18 de abril de 2025, se conmemora el 39.º aniversario del fallecimiento de Antonio Lauro, uno de los más grandes compositores y guitarristas de América Latina. Su legado sigue vivo en cada acorde que evoca los paisajes y emociones de Venezuela.

Una vida dedicada a la música

Antonio Lauro nació el 3 de agosto de 1917 en Ciudad Bolívar, Venezuela, hijo de inmigrantes italianos. Desde temprana edad mostró un talento innato para la música, influenciado por su padre, quien era barbero y músico aficionado. Tras la muerte de su padre, la familia se trasladó a Caracas, donde inició su formación formal en la Academia de Música y Declamación.

Allí estudió bajo la tutela de destacados maestros como Vicente Emilio Sojo y Raúl Borges, este último considerado el padre de la guitarra clásica en Venezuela. Lauro no tardó en destacar como intérprete y compositor, consolidándose como una figura esencial del repertorio guitarrístico latinoamericano.

Valses que son identidad

Antonio Lauro es especialmente recordado por sus «Valses Venezolanos», piezas que han trascendido fronteras y que hoy son parte del repertorio esencial de cualquier guitarrista clásico. Composiciones como «Natalia», «Tatiana», «Andreína» y «Yacambú» combinan la riqueza del folclore venezolano con una técnica refinada y una profunda sensibilidad musical.

Cada uno de estos valses es un retrato sonoro de la identidad venezolana, una celebración de su gente, sus paisajes y su espíritu.

Maestro y referente

Además de su faceta como compositor, Lauro desarrolló una importante carrera académica. Fue profesor y jefe de cátedra de guitarra en el Conservatorio Juan José Landaeta en Caracas, y llegó a ser director de la Orquesta Sinfónica Venezuela. En 1986, poco antes de su fallecimiento, fue galardonado con el Premio Nacional de Música, uno de los máximos reconocimientos culturales del país.

Su legado vive

Antonio Lauro falleció el 18 de abril de 1986 en Caracas, a los 68 años. Sin embargo, su obra continúa viva en las interpretaciones de guitarristas de todo el mundo, y su influencia se extiende hasta nuestros días. Más allá de su virtuosismo, nos dejó una música que habla de raíces, de belleza, de memoria.

Hoy, al recordarlo, celebramos no solo al músico y al maestro, sino también a un símbolo de la cultura venezolana que supo elevar la guitarra a las alturas más poéticas.

Imagenes cortesía Natali Lauro.