Pablo Sáinz-Villegas con su guitarra en Roma

“La música no puede parar guerras, pero sí abrir corazones”

El célebre guitarrista español Pablo Sáinz-Villegas ha iniciado este sábado en Roma un ciclo de conciertos que celebra la conexión cultural entre España e Italia a través de la guitarra clásica. Bajo el título “Guitarras del Mediterráneo. Un viaje musical a través de España e Italia”, el proyecto busca resaltar el valor simbólico y artístico de este instrumento como vínculo entre pueblos.

Organizado por el Instituto Cervantes de Roma y bajo la dirección artística del propio Sáinz-Villegas, el ciclo contará con cuatro conciertos en los que se interpretarán algunas de las obras más virtuosas del repertorio guitarrístico español e italiano.

La inauguración tuvo lugar en la Universidad La Sapienza, con una actuación del guitarrista español, reconocido mundialmente por su sensibilidad y virtuosismo. En las próximas fechas se presentarán tres jóvenes talentos italianos: Carlotta Dalia (9 de mayo), Andrea Roberto (14 de mayo) y Gian Marco Ciampa (24 de mayo).

“Si bien la música no puede parar guerras, sí puede abrir corazones, humanizar el mundo y recordarnos que somos capaces de sentir empatía”, expresó Sáinz-Villegas en diálogo con la prensa. Para él, este ciclo no solo celebra el repertorio clásico, sino también la posibilidad de revalorizar a compositores italianos y profundizar en el binomio cultural mediterráneo.

La iniciativa tiene un fuerte componente simbólico: en un tiempo marcado por divisiones y conflictos, el Mediterráneo —históricamente un espacio de encuentro— se convierte de nuevo en un puente. “La guitarra, tan española y a la vez tan universal, crea lazos entre las culturas y las tradiciones”, afirmó el músico.

Consciente de su papel como embajador cultural, Sáinz-Villegas subrayó la importancia del arte como una forma de resistencia ante la indiferencia y la homogeneización. “Si los artistas no hablamos de idealismo, de cómo la cultura lleva a las civilizaciones a otro nivel, ¿quién lo va a hacer?”.

Este ciclo de conciertos se convierte así en una afirmación: la guitarra es mucho más que un instrumento; es una voz que une, que emociona y que recuerda nuestra humanidad compartida.